Frente a un fallo técnico, un ciberataque o un error humano que pueda comprometer la operatividad de tu empresa, disfruta de menores tiempos de inactividad y evita pérdidas económicas.
Mantén la operativa con copias en tiempo real de servidores y máquinas virtuales listas para activarse ante cualquier fallo. Minimiza así posibles tiempos de inactividad.
Garantiza la integridad de tus datos con copias inmutables, protegidas ante manipulaciones. Nos encargamos de toda la estrategia de backup y recuperación.
Diseñamos y probamos escenarios de recuperación adaptados a tu infraestructura. Disfruta de la máxima rapidez y eficacia en la restauración de servicios y datos.
Las empresas eligen los planes de contingencia de Sarenet por prestaciones como estas.
Te proponemos estas dos vías para comenzar a trabajar con Sarenet
“Al conectar una de las nuevas sedes situada en una zona industrial, nos encontramos con que no había despliegue de fibra en esa ubicación, pero afortunadamente Sarenet, al ser multioperador y trabajar con diferentes tecnologías, nos ha podido proporcionar siempre una alternativa de conectividad con garantías.” "Sarenet entiende nuestras necesidades y tiene un gran compromiso por ofrecernos la mejor solución posible para cada una de ellas. Además, la alta cualificación de sus técnicos y la rapidez con la que resuelven cualquier incidencia nos da mucha tranquilidad a la hora de contar con ellos en cada nuevo proyecto."
Ataques de denegación de servicio (DoS y DDoS)
Los ataques de denegación de servicio (DoS o DDoS) buscan colapsar la infraestructura de una empresa enviando un volumen masivo de tráfico a sus servidores o redes, hasta hacerlas inaccesibles. Para ello, las entidades atacantes utilizan botnets, redes de equipos infectados, lo que dificulta identificar su origen real. Estos ataques pueden tener diversas motivaciones: competencia desleal, chantajes económicos, represalias de antiguos empleados o incluso distracción para ejecutar otras intrusiones más graves.
Malware: amenazas ocultas en archivos y correos electrónicos
El malware engloba una serie de programas maliciosos diseñados para dañar o infiltrarse en sistemas sin el conocimiento de las personas usuarias. Entre ellos se encuentran virus, gusanos, troyanos y spyware, que suelen llegar a través del correo electrónico o descargas de archivos infectados. Algunos casos conocidos incluyen Stuxnet, que afectó a infraestructuras industriales, y WannaCry, un ransomware que paralizó empresas en todo el mundo.
Ransomware: secuestro de datos y exigencia de rescates
Este tipo de ataque cifra la información de una empresa y exige un pago para restaurarla. Se propaga principalmente a través de correos electrónicos fraudulentos y vulnerabilidades no corregidas. Para evitar su impacto, es clave contar con herramientas de protección avanzadas, que detectan intentos de cifrado y revierten los cambios antes de que se complete la infección.
Phishing: engaños para robar credenciales y datos sensibles.
Este tipo de ataques trata de engañar mediante la ingeniería social. Así, los atacantes se hacen pasar por otra persona o marca con el objetivo de ganarse la confianza de la víctima con el objetivo de conseguir contraseñas, tarjetas de crédito o cualquier otra información valiosa. De nuevo, el correo electrónico es la vía de entrada más común para este tipo de ataques. Enlaces a páginas web fraudulentas con apariencia de una legítima suele ser la forma más habitual de engaño para lograr su cometido. De todos modos, otros métodos como el vishing (intento de engaño mediante llamadas de voz) están empezando a surgir con fuerza.
Inyecciones de código: acceso no autorizado a sistemas empresariales
Las inyecciones de código permiten a las entidades atacantes manipular bases de datos, modificar contenidos web o instalar software malicioso en servidores. Vulnerabilidades como Log4Shell han demostrado el impacto de este tipo de ataques, afectando a millones de dispositivos en todo el mundo.
Robo de datos: pérdida de información crítica y reputación empresarial. El robo de información puede provocar desde daños financieros hasta crisis de reputación. En muchos casos, las entidades atacantes venden los datos en la dark web o extorsionan a la empresa afectada. La mejor defensa es una combinación de formación para empleados, cifrado de información y soluciones avanzadas de ciberseguridad.