Evita accesos no autorizados a tu red, ataques DoS o DDoS o malware sin afectar el rendimiento de tu negocio. El control de flujos de red emplea inteligencia artificial para supervisar el tráfico en tiempo real, detectar patrones sospechosos y actuar de forma inmediata ante cualquier amenaza.
Conoce en tiempo real los flujos de datos entre sedes y con Internet. Identifica qué IPs generan tráfico, los protocolos usados y los volúmenes de datos con una interfaz gráfica clara e intuitiva.
Consulta en una única ventana indicadores clave como el consumo de ancho de banda, la latencia o la pérdida de paquetes por sede. Programa alertas y actúa ante desviaciones o caídas de rendimiento.
Adapta la red a tu modelo de negocio con arquitecturas a medida: malladas, Hub & Spoke o híbridas. Controla qué ubicaciones pueden comunicarse entre sí según tus políticas internas de seguridad.
Las empresas eligen soluciones de control de flujos de red de Sarenet por prestaciones como estas.
Te proponemos estas dos vías para comenzar a trabajar con Sarenet
Ataques de denegación de servicio (DoS y DDoS)
Los ataques de denegación de servicio (DoS o DDoS) buscan colapsar la infraestructura de una empresa enviando un volumen masivo de tráfico a sus servidores o redes, hasta hacerlas inaccesibles. Para ello, las entidades atacantes utilizan botnets, redes de equipos infectados, lo que dificulta identificar su origen real. Estos ataques pueden tener diversas motivaciones: competencia desleal, chantajes económicos, represalias de antiguos empleados o incluso distracción para ejecutar otras intrusiones más graves.
Malware: amenazas ocultas en archivos y correos electrónicos
El malware engloba una serie de programas maliciosos diseñados para dañar o infiltrarse en sistemas sin el conocimiento de las personas usuarias. Entre ellos se encuentran virus, gusanos, troyanos y spyware, que suelen llegar a través del correo electrónico o descargas de archivos infectados. Algunos casos conocidos incluyen Stuxnet, que afectó a infraestructuras industriales, y WannaCry, un ransomware que paralizó empresas en todo el mundo.
Ransomware: secuestro de datos y exigencia de rescates
Este tipo de ataque cifra la información de una empresa y exige un pago para restaurarla. Se propaga principalmente a través de correos electrónicos fraudulentos y vulnerabilidades no corregidas. Para evitar su impacto, es clave contar con herramientas de protección avanzadas, que detectan intentos de cifrado y revierten los cambios antes de que se complete la infección.
Phishing: engaños para robar credenciales y datos sensibles.
Este tipo de ataques trata de engañar mediante la ingeniería social. Así, los atacantes se hacen pasar por otra persona o marca con el objetivo de ganarse la confianza de la víctima con el objetivo de conseguir contraseñas, tarjetas de crédito o cualquier otra información valiosa. De nuevo, el correo electrónico es la vía de entrada más común para este tipo de ataques. Enlaces a páginas web fraudulentas con apariencia de una legítima suele ser la forma más habitual de engaño para lograr su cometido. De todos modos, otros métodos como el vishing (intento de engaño mediante llamadas de voz) están empezando a surgir con fuerza.
Inyecciones de código: acceso no autorizado a sistemas empresariales
Las inyecciones de código permiten a las entidades atacantes manipular bases de datos, modificar contenidos web o instalar software malicioso en servidores. Vulnerabilidades como Log4Shell han demostrado el impacto de este tipo de ataques, afectando a millones de dispositivos en todo el mundo.
Robo de datos: pérdida de información crítica y reputación empresarial. El robo de información puede provocar desde daños financieros hasta crisis de reputación. En muchos casos, las entidades atacantes venden los datos en la dark web o extorsionan a la empresa afectada. La mejor defensa es una combinación de formación para empleados, cifrado de información y soluciones avanzadas de ciberseguridad.
“Para conseguir una verdadera transformación digital en la formación has de estar bien preparado tecnológicamente, con la capacidad y seguridad necesarias. Por eso valoramos estar asesorados por un proveedor como Sarenet, que está siempre al día con tecnología puntera y experiencia en ciberseguridad. Sarenet entendió desde el primer momento que en nuestro centro la red se utiliza permanentemente para la formación, por lo que los tiempos de parada para la instalación de las mejoras era críticos. Afortunadamente consiguieron minimizarlas para que los equipos no dejaran de funcionar y pudiéramos mantener nuestra actividad y nuestras clases sin problema, tanto durante el despliegue de la solución ClearPass como el de otros elementos que hemos aprovechado para modernizar y añadir."