Protege tu empresa frente a ataques DDoS, accesos no autorizados e intrusiones, con defensa perimetral. Supervisa en tiempo real el tráfico de tu red, activa filtros de seguridad bajo demanda y mantén el control total sobre tu infraestructura digital sin depender de terceros.
Activa y gestiona la protección contra ataques DoS o DDoS en tiempo real. Bloquea las amenazas antes de que afecten a tu negocio.
Monitoriza el tráfico de tu red y detecta amenazas de inmediato. Puedes activar filtros de seguridad bajo demanda o delegar la gestión en nuestro SOC, que reaccionará por ti ante cualquier intento de ataque.
Disfruta de continuidad operativa con vigilancia permanente. Nuestro equipo experto supervisa tu red 24/7 todos los días del año. Detectamos intentos de intrusión y aseguramos la estabilidad de tu infraestructura con tecnología avanzada.
Supervisa en tiempo real el tráfico de tu red y detecta cualquier actividad sospechosa desde nuestra Ventana de Cliente. Con un solo clic, puedes bloquear amenazas directamente en los rúteres frontera. Así, te aseguras una respuesta inmediata ante posibles ataques.
Elige cómo gestionar la seguridad de tu empresa entre dos modos de funcionamiento. El modo autónomo (la opción recomendada), sin intervención manual, filtra automáticamente ataques conocidos y sugiere medidas para anomalías desconocidas. El modo supervisado, envía alertas en tiempo real y te permite decidir cuándo y cómo activar las medidas de seguridad. Asi mantienes un control total sobre las respuestas ante posibles incidentes.
Nuestro equipo de ciberseguridad monitoriza tu red en tiempo real y reacciona de inmediato ante cualquier amenaza. Según tu preferencia, podemos asesorarte sobre la mejor respuesta o aplicar directamente las acciones necesarias para mitigar el ataque. De este modo, garantizamos la continuidad de tu negocio sin interrupciones.
Las empresas eligen nuestras soluciones de mitigación de ataques de DDoS por prestaciones como estas.
Ataques de denegación de servicio (DoS y DDoS)
Los ataques de denegación de servicio (DoS o DDoS) buscan colapsar la infraestructura de una empresa enviando un volumen masivo de tráfico a sus servidores o redes, hasta hacerlas inaccesibles. Para ello, las entidades atacantes utilizan botnets, redes de equipos infectados, lo que dificulta identificar su origen real. Estos ataques pueden tener diversas motivaciones: competencia desleal, chantajes económicos, represalias de antiguos empleados o incluso distracción para ejecutar otras intrusiones más graves.
Malware: amenazas ocultas en archivos y correos electrónicos
El malware engloba una serie de programas maliciosos diseñados para dañar o infiltrarse en sistemas sin el conocimiento de las personas usuarias. Entre ellos se encuentran virus, gusanos, troyanos y spyware, que suelen llegar a través del correo electrónico o descargas de archivos infectados. Algunos casos conocidos incluyen Stuxnet, que afectó a infraestructuras industriales, y WannaCry, un ransomware que paralizó empresas en todo el mundo.
Ransomware: secuestro de datos y exigencia de rescates
Este tipo de ataque cifra la información de una empresa y exige un pago para restaurarla. Se propaga principalmente a través de correos electrónicos fraudulentos y vulnerabilidades no corregidas. Para evitar su impacto, es clave contar con herramientas de protección avanzadas, que detectan intentos de cifrado y revierten los cambios antes de que se complete la infección.
Phishing: engaños para robar credenciales y datos sensibles.
Este tipo de ataques trata de engañar mediante la ingeniería social. Así, los atacantes se hacen pasar por otra persona o marca con el objetivo de ganarse la confianza de la víctima con el objetivo de conseguir contraseñas, tarjetas de crédito o cualquier otra información valiosa. De nuevo, el correo electrónico es la vía de entrada más común para este tipo de ataques. Enlaces a páginas web fraudulentas con apariencia de una legítima suele ser la forma más habitual de engaño para lograr su cometido. De todos modos, otros métodos como el vishing (intento de engaño mediante llamadas de voz) están empezando a surgir con fuerza.
Inyecciones de código: acceso no autorizado a sistemas empresariales
Las inyecciones de código permiten a las entidades atacantes manipular bases de datos, modificar contenidos web o instalar software malicioso en servidores. Vulnerabilidades como Log4Shell han demostrado el impacto de este tipo de ataques, afectando a millones de dispositivos en todo el mundo.
Robo de datos: pérdida de información crítica y reputación empresarial. El robo de información puede provocar desde daños financieros hasta crisis de reputación. En muchos casos, las entidades atacantes venden los datos en la dark web o extorsionan a la empresa afectada. La mejor defensa es una combinación de formación para empleados, cifrado de información y soluciones avanzadas de ciberseguridad.
“La implantación de una plataforma de esta magnitud nos creaba cierta inquietud, por los imprevistos que pudieran surgir y el riesgo de que este cambio dificultara la actividad del negocio en algún momento. Pero afortunadamente el equipo de Sarenet, con un buen análisis previo y una planificación muy exhaustiva, evitó contratiempos y problemas, e hizo que todo el proceso fuera un éxito.“