Refuerza la seguridad de tu empresa con una solución que detecta, previene y bloquea ciberataques en tiempo real. Protegemos cada dispositivo con inteligencia artificial avanzada, detección proactiva de amenazas y monitorización continua. Así, tu equipo puede trabajar con total tranquilidad, sin interrupciones.
Nuestra solución de endpoint va más allá de un antivirus convencional. Su tecnología de inteligencia artificial y aprendizaje profundo detecta y bloquea tanto malware conocido como desconocido. Así, proteges tus dispositivos de exploits y ataques de ransomware sin intervención manual.
Accede en cualquier momento a un panel de monitorización avanzada. De este modo, podrás visualizar el estado de tus dispositivos y detectar cualquier anomalía de seguridad antes de que se convierta en una amenaza real.
La protección de tu negocio no descansa nunca. Nuestro equipo técnico especializado supervisa la actividad de tu red 24/7 todos los días del año, detectando intrusos, analizando riesgos y anticipándose a cualquier intento de ataque. Complementa el despliegue de endpoints con nuestros servicios SAVIA o SOC.
Las empresas eligen nuestras soluciones de endpoint avanzado por prestaciones como estas.
Te proponemos estas dos vías para comenzar a trabajar con Sarenet
Te haremos las preguntas clave para que puedas tomar las mejores decisiones
Analizaremos contigo las necesidades actuales y futuras de tu negocio para ayudarte a identificar las actualizaciones que requiere tu estrategia de ciberseguridad.
Ataques de denegación de servicio (DoS y DDoS)
Los ataques de denegación de servicio (DoS o DDoS) buscan colapsar la infraestructura de una empresa enviando un volumen masivo de tráfico a sus servidores o redes, hasta hacerlas inaccesibles. Para ello, las entidades atacantes utilizan botnets, redes de equipos infectados, lo que dificulta identificar su origen real. Estos ataques pueden tener diversas motivaciones: competencia desleal, chantajes económicos, represalias de antiguos empleados o incluso distracción para ejecutar otras intrusiones más graves.
Malware: amenazas ocultas en archivos y correos electrónicos
El malware engloba una serie de programas maliciosos diseñados para dañar o infiltrarse en sistemas sin el conocimiento de las personas usuarias. Entre ellos se encuentran virus, gusanos, troyanos y spyware, que suelen llegar a través del correo electrónico o descargas de archivos infectados. Algunos casos conocidos incluyen Stuxnet, que afectó a infraestructuras industriales, y WannaCry, un ransomware que paralizó empresas en todo el mundo.
Ransomware: secuestro de datos y exigencia de rescates
Este tipo de ataque cifra la información de una empresa y exige un pago para restaurarla. Se propaga principalmente a través de correos electrónicos fraudulentos y vulnerabilidades no corregidas. Para evitar su impacto, es clave contar con herramientas de protección avanzadas, que detectan intentos de cifrado y revierten los cambios antes de que se complete la infección.
Phishing: engaños para robar credenciales y datos sensibles.
Este tipo de ataques trata de engañar mediante la ingeniería social. Así, los atacantes se hacen pasar por otra persona o marca con el objetivo de ganarse la confianza de la víctima con el objetivo de conseguir contraseñas, tarjetas de crédito o cualquier otra información valiosa. De nuevo, el correo electrónico es la vía de entrada más común para este tipo de ataques. Enlaces a páginas web fraudulentas con apariencia de una legítima suele ser la forma más habitual de engaño para lograr su cometido. De todos modos, otros métodos como el vishing (intento de engaño mediante llamadas de voz) están empezando a surgir con fuerza.
Inyecciones de código: acceso no autorizado a sistemas empresariales
Las inyecciones de código permiten a las entidades atacantes manipular bases de datos, modificar contenidos web o instalar software malicioso en servidores. Vulnerabilidades como Log4Shell han demostrado el impacto de este tipo de ataques, afectando a millones de dispositivos en todo el mundo.
Robo de datos: pérdida de información crítica y reputación empresarial. El robo de información puede provocar desde daños financieros hasta crisis de reputación. En muchos casos, las entidades atacantes venden los datos en la dark web o extorsionan a la empresa afectada. La mejor defensa es una combinación de formación para empleados, cifrado de información y soluciones avanzadas de ciberseguridad.